La jornada del martes estuvo, sin duda, marcada por el cumpleaños de una de nuestras participantes a quien a lo largo del día se le fueron dando pequeñas sorpresas.
En el desayuno, Marta nos sorprendió con unas fabulosas tortitas acompañadas de un Cumpleaños feliz algo ronco (que cantar a primera hora de la mañana, sin calentar ni nada… no creáis que es tarea fácil)
Nos costó un rato despertar a nuestros alumnos. Cómo se nota el cansancio acumulado…
Durante el tiempo libre de la mañana, nuestros ya expertos protectores de animales rescataron a un sapo que había quedado atrapado en un pequeño pozo a punto de secarse. Ahora nada junto a una sapa en el estanque del Refugio y los alumnos lo visitan asiduamente (hay quien dice que a ambos les gusta mucho la música)
Tras la comida, el postre habitual (fruta, yogur…) fue sustituido por dos pasteles riquísimos que nos había preparado Nati con mucho cariño. Otra vez un Cumpleaños feliz y un Porque es una chica excelente, pero esta vez muuucho más afinadito y enérgico todo, tras los que siguieron varios vítores dedicados a Nati.
Las velas se las debemos a Paco, todo un artesano.
Algo más despiertos, por la tarde repasamos el guión de nuestra obra en el exterior.
Y como colofón final al cumple, varias alumnas habían preparado, sin que Carlota se diera cuenta, una felicitación instrumentada para piano, guitarra y voz. Fue el número final del Tú sí que vales.
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