Aunque ya pusimos un mapa muy simpático hace un tiempo de cómo llegar al Refugio, los que hemos ido sabemos que es muy fácil llegar. La segunda vez. La primera lo es, pero no tanto. Así que, para que no haya dudas, os contamos a continuación cómo llegar, paso a paso.
Desde Madrid, hay dos opciones, la carretera de Barcelona (A-2) y la de Burgos (A-1). Habiendo probado las dos opciones, nosotros recomendamos la segunda: A-1.

Pues bien, una vez en la A-1, podemos estar tranquilos hasta el kilómetro 103 (siempre recordando el radar de 80kms/h que hay a la bajada de Somosierra…), donde nos encontramos con la salida de Cerezo de Arriba y Riaza, que es la que debemos coger.


Una vez en la N-110, seguimos dirección Riaza y lo pasamos hasta el desvío de Ayllón y Atienza, que son las direcciones que deberemos seguir.


Ya en la SG-145, las carreteras empiezan a ser un poco peores. No pasa nada, no hay prisa. Paciencia y un paisaje interesante.

Seguimos siempre en dirección Ayllón y Atienza y una vez llegados a Ayllón, pasamos el pueblo y seguimos dirección Atienza. Continuamos y pasaremos los molinos de viento y otros paisajes castellanos pero ¡cuidado!, unos 20 o 25 kms. después de haber pasado Ayllón, nos encontramos con un desvío a la derecha hacia Galve de Sorbe. Debemos cogerlo.


Seguimos otros 10 kms hasta Llegar a Galve de Sorbe y ya estamos bastante cerca. Seguimos por la misma carretera en dirección a Atienza y nos encontramos con Condemios de Arriba. ¡Hemos llegado! Bueno, casi.


Y es que una vez llegados al pueblo tenemos que estar atentos a una pequeña señal en la que nos indican, a la derecha, El Refugio del Alto Rey. Nos metemos.
Subimos y nos encontramos con una pequeña urbanización de chalets. Debemos llegar hasta el final de la calle y girar a la izquierda. Seguimos, en dirección a la montaña y, por fin, la pista forestal. Un camino de unos 2 kms que pondrán a prueba los bajos de nuestros coches. Paciencia.


Y hemos llegado. Un camino que se hace en unas dos horas, pero que si son dos y media no nos debe extrañar. Allí os estaremos esperando con los brazos abiertos y mucha música.
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