Aquí pasa el tiempo de un modo tan extraño, que por un momento no sabíamos si hoy era el tercer día del campamento o el cuarto. Pues bien, vamos con lo ocurrido el tercer día de campamento:
Solo dos noches y a alguno ya se le han pegado las sábanas… pero hemos conseguido empezar las actividades a tiempo.
En clase de música, hemos seguido con algunos ejercicios de percusión corporal, limando ese ritmo tan chulo que conseguimos ayer. Después, un divertido juego de palabras y percusión: la samba de la comida, con la que hemos llegado a retarnos unos a otros (profesores incluidos). Antes del recreo, hemos dividido a los alumnos en dos grupos para, por una parte, empezar a practicar alguna pieza de cámara y por otra, ir escribiendo el guión de nuestra obra. Es pronto aún, pero ya salen cosas muy interesantes.
Como hoy ha hecho bueno, hemos podido salir al campo a dar una buena caminata y aprender mucho sobre las plantas que nos rodean.
Para comer, unas riquísimas lentejas, filete con patatas y fruta.
Por la tarde, una fantástica novedad: ¡ha llegado el piano! Estaba previsto para ayer, para poder dar las primeras clases de música con él, pero debido al mal tiempo, tuvimos que llamar para decir de que no lo trajeran hasta hoy. Ahora ya está con nosotros, en su rincón de la sala de música, y los alumnos encantados. Algunos habían preguntado ya varias veces por él y por cuándo podríamos empezar las clases individuales.
Así que ya con piano, teníamos a todo el equipo y hemos decidido aprovecharlo para empezar una pieza con el grupo completo. En esta ocasión, la pieza era un arreglo nuestro, pero a medida que avanzaba el ensayo, algunos alumnos han aportado ideas que enseguida hemos incorporado. ¡Nos encanta que sean tan participativos!
La tarde se ha dividido entre terminar el taller de flores que iniciaron ayer debido a la lluvia y juegos en la piscina.
Tras la ducha, una cena que ha costado un poquito más que otras veces: puré de verduras y tortilla francesa.
Y ahora están haciendo la velada en el jardín. ¡Sin linternas! Se escuchan las risas desde el salón.
Lo que «habéis» además de piano es mucha suerte¡ Por lo que se ve y se lee a través de este blog os lo estáis pasando genial¡¡ Un beso grande para todos de Maite (mamá Julieta)