El día de hoy ha transcurrido con cierta tranquilidad y normalidad. Tras el desayuno, casi puntual, las clases de música han servido para seguir con las piezas que estamos preparando y avanzar el guión de la obra. Nos queda muy poquito para terminarlo.
El sol ha permitido salir a jugar a balón prisionero a la pista de padel y han vuelto todos muy sonrojados.
Una comida agradable gracias al delicioso gazpacho de Iván ha tenido como recompensa un descanso mucho más largo de lo habitual. Una hora entera que algunos han empleado en jugar, otros en descansar y otros… ¡en tocar! Sí, sí, varios han sido los alumnos que, motu proprio, han hecho grupos para ensayar o han practicado sus partes individualmente. Y ya imaginaréis cómo nos sentimos los profesores cuando pasan estas cosas.
Y tras ese fantástico descanso, vuelta a las actividades musicales. Hoy hemos empezado la pieza que disfrutaréis al final de la obra, de la que solo avanzaremos que os arrancará una gran sonrisa. ¡Qué ritmo tienen estos chicos!
Por la tarde, parecía el momento de recuperar juegos de toda la vida: uno de ellos ¡el pañuelo! (qué recuerdos…). Después, un poco de piscina, ducha y a cenar.
Una cena un poco complicada. Verdura, claro. Pero Iván ha sido bueno con el segundo plato: ¡una fajita! Y ahora los tenemos en su habitual velada nocturna con Paco y Javi.
Si de nosotros dependiera, mañana por la tarde sería el día ideal para emprender la marcha que tenemos pensada, dormir fuera y volver el lunes tras haber comido en el campo. Pero existe una ligera probabilidad de tormenta, por lo que no podemos arriesgarnos a pasar la noche en el bosque. Así que nos vemos obligados a improvisar un poco. Los niños necesitan un descanso (¡y los profes también!), de modo que les estamos preparando una jornada libre, con varias actividades no musicales (tal vez una piscina natural, algo de piragüismo, una gymkana… ) para el lunes. Y si más adelante vuelve el anticiclón, retomaremos la idea de la noche de acampada.
Os mantendremos informados de todo.
¡Ah! Como anécdota final, debemos contaros que hoy hemos decidido iniciar el “concurso de habitaciones”. Nos han obligado las circunstancias…
Ahora ya debemos desearos unas buenas noches e irnos a la cama, que mañana es domingo… pero no para nosotros.
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