¡Buenos días! Ayer os dejamos sin el post del día porque acabamos tardísimo y no podíamos más… ¡Pero empecemos por el principio!
Nos levantamos puntuales como siempre y, a diferencia del día anterior, a las nueve estábamos todos desayunando. Después, nos fuimos a nuestro escenario y empezamos con el primer ensayo general. Hacía un día precioso y aprovechamos para grabar la función íntegra y así poder utilizarla para mejorar.
Fue un ensayo muy productivo y la obra mejoró muchísimo. Después, se fueron todos con Diego para terminar los decorados. ¡Os van a encantar!
Tras la comida, pusimos en el ordenador un fragmento de la obra que habíamos grabado por la mañana y la estuvimos viendo todos juntos. Además de reírse mucho por verse y escucharse, nuestros pequeños actores se dieron cuenta de que no vocalizaban ¡y de que “hablaban para el cuello de su camisa”! Esto nos ayudó muchísimo para el ensayo de la tarde.
En la hora y media de descanso hubo muchos ensayos para nuestro concurso “La Coz”, que iba a tener lugar por la noche. Estaban muy animados con ello.
Segundo ensayo general del día ¡y menuda diferencia! La obra pegó un salto de calidad importante y nuestros chicos ya parecían pequeños actores de verdad. Le dimos varias vueltas y practicamos la música al máximo. Nos quedamos muy muy satisfechos.
Para merendar, un delicioso bocadillo de salchichón nos esperaba. ¡Había que coger fuerzas para la actividad que tocaba! ¡Canoas! Qué bien lo pasan los chicos en la laguna de Somolinos y menuda mejoría en la coordinación remando desde la última vez.
A continuación una ducha antes de cenar y, claro, la cena.
Y después… Chaaaaaaaaaaaaaaaaan… ¡La Coz! Dispusimos el comedor para el show y nos fuimos todos a preparar. Al salir de la habitación, Paula y Nausica habían desaparecido y en su lugar aparecieron Marcella y Christophe, con sendos acentos italiano y francés respectivamente. Los participantes estaban anonadados… ¿Pero qué les pasa?, pensaban… Después de una introducción algo difusa por parte de Marcella, comenzó el concurso y lo abrió la dulce voz de Anita Dinamita, que cantó una canción de Violeta. Y después de ella, muchos más. (Subiremos los vídeos una vez acabado el campamento, para que podáis reíros tanto como nosotros). El jurado valoraba las actuaciones con razonamientos algo extraños, pero finalmente parecía que convencían… ¡Lo pasamos de fábula!
Y nos dieron las mil pero mereció la pena. Cuando les dábamos las buenas noches, Marina nos decía: “Muchas gracias; lo hemos pasado fenomenal con los dos invitados.”
Con eso nos basta.